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Channel: luna miguel – Patrulla de salvación
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EN LA BASURA DE MONDADORI

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Con el dinero que estamos ganando con este blog (una pasta) hemos contratado a nuestro primer empleado. Se llama José Albaladejo, 58 años, natural de Cartagena (Murcia) y conocido en el barrio como “El pistolas”. José ha sido heroinómano, seguidor de morosos en El cobrador del Frac, guardia jurado y detective privado. Le gusta definirse como un “huelebraguetas”, pero “sin mariconadas”. José consume mucha novela negra. Dice que se ha leído “todo Simenon” dos veces. (¿?) Son 192 novelas más otras 30 con seudónimo.

Para su primera misión, le pedimos a José “El pistolas” que fuera de noche a husmear en los cubos de basura del edifico que ocupa la editorial Mondadori en Barcelona. Así lo hizo. Les ahorramos el informe que elaboró nuestro detective porque es como una novela negra escrita por Federico Trillo (¿recuerdan aquello de “Al alba, y con un tiempo duro con viento de levante de 35 nudos” cuando lo de la isla de Perejil?).

Al grano: “El pistolas” nos vino al día siguiente con el informe y con una bolsa negra y olorosa llena de desperdicios. Lo más interesante que encontró fue:

1.-Una carta de puño y letra (“no tengo ordenador”, cuenta) escrita por Elvira Navarro en la que se niega a devolver “ni un euro” del anticipo que recibió por La ciudad feliz. Argumenta Navarro que si la “novela” se ha vendido poco, no es su culpa. Que igual que ella consiguió la entrevista en El País, bien podría la editorial haber invertido un poco de dinero en hacer, “por ejemplo”, anuncios de su libro en TV. Termina su carta con: “Santa Rita Rita lo que se da no se quita”.

2.-Una carta a ordenador de Albert Espinosa en la que dice a la directora de la editorial que “a ver si os creéis que me chupo el dedo”, que “no cuela”, que el primer cheque que ha recibido por su última novela, Si tú me dices ven lo dejo todo pero dime ven, “que ha leído hasta el Tato”, es una miseria, que ya se pueden “retratar” con el próximo cheque, porque como sigan “rateándose” se marcha con Planeta, que ya le han hecho una oferta con muchos ceros.

3.-Un email (la impresión de)  escrito por Isabel Allende y dirigido a la directora de la editorial, en el que pregunta educadamente si es posible cambiar para los próximos tres libros –que ya los tiene escritos- el estilo de la ilustración de la portada: “La portada de La Isla bajo el mar era fea, pero la última, la de El cuaderno de maya, es horrible”.

4.-Unos calzoncillos de Patricio Pron.

5.-Un chupachus de fresa con restos de la saliva de Luna Miguel.

6.-Un “kleenex” empapado con las lágrimas de la directora de la editorial.

Nota: Para identificar a los usuarios de los tres últimos objetos utilizamos el mismo laboratorio (¿no les decía que tenemos pasta?) que analizó el material biológico de Strauss-Kahn que fue vertido en el uniforme de la limpiadora del hotel de Nueva York. El ADN, como la prueba del algodón, no engaña.

Está bien, Patricio. No sigas escribiendo ese email. Es verdad que la prueba del ADN tiene un pequeñísimo margen de error: 1/10000. Puede, es cierto, que los calzoncillos no sean tuyos y sean propiedad de Gonzalo Torné.

-Margaret, dile al “Pistolas” que saque de aquí esa bolsa, por favor. Huele fatal.

-Sí, Daphne, ahora mismo, pero espera… José, déjeme ver esos papeles del fondo. ¡Pero si estas son las galeradas de una novela! A ver,… Los Incógnitos de Carlos Ardohain. Esta novela –hemos investigado- la va a publicar Caballo de Troya, del grupo Mondadori, en octubre de 2011. Voy a leerla.

LOS INCOGNITOS; Carlos Ardohain

Una cosa quiero empezar agradeciendo al autor de este buen libro: No pretende ser el nuevo Bolaño. Es que últimamente, y ustedes perdonen, a todo lo que leo de nuevos escritores sudamericanos se le ve el plumero.

La novela de Ardohain, en sus primeras 80 páginas, me recordó esas divertidas y acogedoras comedias argentinas, dirigidas para el cine por Juan José Campanella, cuyo mejor ejemplo es El hijo de la novia. Aquellas películas eran maravillosas y en el comienzo de Los Incógnitos, a cada página, me pareció estar viendo al actor Ricardo Darín por allí, enredando.

Pero esto me ocurre, como ya he dicho, solo en las primeras 80 páginas. Luego la novela coge mucha altura. Carlos Ardohain, diseñador y poeta (lo de la poesía –solo un consejo- déjalo, Carlitos) describe los personajes con suavidad y al tiempo con profundidad. Los hombres y mujeres que pululan por esta historia, como buenos argentinos, parece, por fuera, que se van a comer el mundo y, por dentro, están hechos mierda. La ansiedad se percibe en las reflexiones pero también en los diálogos (y eso tiene más mérito). Conseguir que en un diálogo en el que todo es “dale” y “buenísimo”, donde parece que los que charlan por teléfono o cara a cara están de muy buen humor, se perciba que por dentro están llenos de dudas y miedos no es fácil.

 No es casualidad que los dos personajes principales -los que aburridos y vacíos montan una agencia de detectives- se llamen Equis e Igriega,  ni que otros dos personajes –El ex cantante famoso y ya retirado y su secretaria- se llamen Fausto y Margarita, como en Fausto de Goethe.

Cuando Fausto pide a los detectives que le busquen el sentido de la vida, el camino de la felicidad, tuve miedo de que esto se convirtiera en un libro de autoayuda del estilo de Hector y los secretos del amor o de El Alquimista. Pero nada más lejos.

En este libro hay novela dentro de novela pero de forma natural, sin artificios pseudo intelectuales, sin intención de mostrar al lector lo listo y leído que es el autor. Ardohain -gracias, Carlos- escribe bien y normal. ¡Qué tiempos estos en los que es difícil encontrar cosas buenas y normales!

En Los Incógnitos hay 4 relaciones sexuales descritas con detalle –una página de media por acto sexual- que se leen sin sentir pena por el escritor ni vergüenza ajena. Esto constituye una prueba del buen hacer de Carlos Ardohain.

Igual que un aficionado al futbol que acabara de ver a un buen jugador en el equipo de su barrio soñaría con verlo en el Barça, yo deseo una novela grande de Carlos Ardohain. En esta su primera novela apunta grandes dotes para la prosa. Si se metiera en una historia más compleja, con más profundidad en la trama y más personajes, estoy segura de que estaríamos ante un pedazo de novela, un libro en el que el autor sacara todo el provecho posible a lo que tiene dentro. He disfrutado con tu libro pero me he quedado con ganas de más, Carlos. Tú puedes más, Carlos. Ánimo, Carlos.



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